Una historia de investigación e innovación
Fue Federico Canobbio quien en 1926 sentó las primeras bases de una empresa destinada a construir una historia que la llevaría a los más altos niveles tecnológicos del sector.
Los paños agrícolas y los artículos de guarnicionería fueron los primeros productos que aparecieron en el mercado y respondieron a las necesidades de la época, pero fue en la década de 1950-1960 cuando, bajo la nueva dirección de Giuseppe Canobbio y su hermano Francesco, la empresa decidió invertir en el sector textil.
Con gran intuición y determinación, Giuseppe Canobbio inició la aplicación de un revolucionario sistema de revestimiento, hoy diversamente definido, con las dificultades propias de toda innovación, amplificadas por la falta de materiales adecuados.
Nace la primera lona de circo, que la nueva fábrica de Castelnuovo Scrivia, situada en el centro de la ciudad, presenta como el primer ejemplo de estructura ligera.
El cáñamo y el algodón son los materiales disponibles, y el cosido a máquina es el sistema de fabricación utilizado.
Corresponde a Canobbio optimizar los productos y los métodos de elaboración para garantizar la perfecta funcionalidad de la estructura y la máxima seguridad para los usuarios.
La capacidad demostrada de alcanzar estos objetivos es un paso importante, pero la investigación no pretende detenerse ahí.
Se estudian nuevos materiales, nuevos sistemas de producción.
Son estas investigaciones en profundidad las que a lo largo de los años llevarán a Canobbio, primero en Italia, a acercarse a los tejidos sintéticos.
El nailon y el poliéster recubierto de PVC con soldadura térmica continua se identifican como materiales resistentes y duraderos: es el inicio de una nueva generación de cubiertas de estructura ligera que otorga a la empresa el liderazgo mundial absoluto en el campo de las carpas de circo, abriendo las fronteras del mercado europeo.
La fábrica artesanal de Castelnuovo ya no es suficiente: se necesita nuevo espacio y nueva maquinaria.
Mientras se construía una fábrica más grande y moderna, prosiguió la evolución tecnológica. Los primeros resultados significativos, conseguidos en los años setenta, son el uso de microondas de alta frecuencia para soldar tejidos de PVC y la construcción de estructuras a presión para cubrir pistas de tenis.
El desarrollo de materiales textiles de alto rendimiento y las metodologías de análisis estructural asistido por ordenador abren nuevos horizontes de aplicación y permiten realizar sistemas de cubiertas más complejos.
Las prácticas de construcción utilizan cada vez más esta herramienta por sus capacidades gráficas y de cálculo, lo que da lugar a nuevas metodologías de diseño.
El primer acercamiento a las estructuras tensadas se produjo a través del contacto con la experiencia alemana y la posterior colaboración con el ingeniero Harald Mühlberger y su empresa IPL para el diseño de estructuras tensadas de membrana.
Esta colaboración ha dado lugar a importantes proyectos, como la cubierta de la piscina municipal de Camogli, construida con un sofisticado sistema de soporte de cuerda que permite el rápido movimiento de la cubierta de membrana textil.
Era el principio de los años 80: con la tercera generación de la familia Canobbio, los hermanos Federico y Roberto y los primos Renzo y Alberto, entraron en la empresa nuevas aplicaciones para estructuras ligeras y nuevas técnicas de producción.
Se consiguen otras primicias italianas con el uso de madera laminada para soportar membranas de tejado y con una línea de soldadura especial para tejidos de fibra de vidrio con revestimiento de PTFE.
En los años noventa, Canobbio dio otro paso decisivo con el fortalecimiento de su estructura técnica y comercial y el entrelazamiento de relaciones profesionales con los más grandes diseñadores y los clientes más cualificados.
Las perspectivas de desarrollo son múltiples: además de las mejoras aportadas a los tejidos utilizados actualmente, en términos de resistencia, durabilidad, comportamiento ante el fuego, aislamiento y limpieza, habrá nuevas aplicaciones con la utilización a escala industrial de materiales actualmente en estudio, como tejidos con fibras muy resistentes o monofibras totalmente reciclables.
Estas mejoras tecnológicas también permitirán que las estructuras tensadas de membrana se utilicen en nuevos campos: vivienda, ecológico-medioambiental, climatización.
La evolución continua se sigue a través de vínculos con estudios de diseño, universidades, la participación activa en conferencias y el grupo de trabajo italiano encargado de redactar las normas europeas del sector.
En este sentido, la empresa sigue renovándose, invirtiendo en automatización para seguir avanzando en las normas de calidad y en el desarrollo de nuevas competencias en el sector de las cubiertas ligeras con materiales como redes de cuerda, policarbonato, vidrio estructural, acero inoxidable y aleaciones ligeras.
Hacia una arquitectura textil
Desde los años 80, la evolución técnica de los materiales y los sistemas de cálculo han abierto nuevas perspectivas para la aplicación de las estructuras de membrana textil: ya no son «simples» cubiertas, sino verdaderos elementos integrados en el diseño arquitectónico.
El término arquitectura textil empieza a utilizarse y Canobbio está junto a los principales diseñadores internacionales en la definición de soluciones innovadoras de gran impacto estético.
Las décadas de 1990 y 2000 son los años de la experimentación, y conducen a la realización de proyectos que simbolizan esta nueva experiencia, desde el Bigo de Génova hasta laExpo de Valencia, desde las estructuras multifuncionales hasta el Zenith, desde los logros artísticos hasta las instalaciones deportivas de nueva generación.
Fue un cambio radical, al que Canobbio se dedicó con cada vez mayor determinación y cada vez mayores inversiones.
Hasta el punto de llegar a una elección muy precisa: reconfigurar la empresa para ofrecer un apoyo y un servicio técnico cada vez mayores a los diseñadores y a los grandes clientes.
Y así, en la primavera de 2014, nació Canobbio Ingeniería Textil, una nueva empresa capaz de responder a las necesidades de un mercado complejo y articulado gracias a una estructura más ágil, más dedicada al diseño y al desarrollo tecnológico, y con un alcance aún más internacional.
Roberto Canobbio, director técnico de Canobbio Ingeniería Textil:
«En los últimos veinte años, la empresa se ha orientado cada vez más hacia la arquitectura textil, tomando decisiones precisas tanto en términos de desarrollo como de mercado.
Se han abandonado algunos tipos de productos, se han introducido otros, pero el deseo era ofrecer una solución tecnológica de excelencia en la que emergiera cada vez más el valor estructural de nuestras creaciones.
La nueva empresa fue un paso importante en este sentido, porque nos permitió reconfigurar elnuestra estructura en clave más moderna y actual, para seguir aún mejor los grandes proyectos que hemos
ha tenido el honor y la carga de desarrollarse junto a los principales estudios de arquitectura del mundo.
Hoy Canobbio ha cambiado profundamente en comparación con el pasado, y estamos muy orgullosos de lo que hemos conseguido en estos noventa años.
Ha sido un camino de crecimiento continuo, hecho de experimentación investigadora, gran entusiasmo y sacrificios, y mirando atrás creo que hemos conseguido algo importante para el sector.
La CanobbioDe hecho, Ingeniería Textil combina la gran experiencia y tradición de Canobbio Spa con una estructura eficiente y moderna, ofreciendo un equipo bien preparado y profesional capaz de afrontar con competencia los retos del futuro próximo’.
Un futuro que comienza con los últimos proyectos realizados, en primer lugar las obras para la Expo 2015.
Entre ellas, el diseño de la cubierta del Pabellón de China por Simpson Gumpertz & Heger Inc.
(SGH)
La cubierta se diseñó como un elemento que flota sobre el «Campo de la Esperanza», con luz natural y formas elegantes que combinan los espacios de exposición con la plataforma.
El concepto arquitectónico de la cubierta está diseñado como una estructura de madera y se inspira en una serie de vistas panorámicas de la ciudad y el campo.
En concreto, se ha creado una serie de terrazas mediante el desmonte de formas.
Las formas urbanas y rurales están conectadas longitudinalmente por correas que forman una superficie plana.
Una de las características de los edificios chinos tradicionales es la elegancia de las formas que se consigue mediante el uso de superficies curvas.
La importancia de la estética en la arquitectura china se acentúa en los extremos norte y sur del tejado, que parecen colgar suavemente.
Se diseñó una estructura mixta de acero y madera con grandes luces, dictadas por los vastos espacios públicos del Pabellón.
La solución de diseño debía, por tanto, crear amplios espacios y, al mismo tiempo, incluir formas estructurales eficientes y elegantes.
Además, se dio mucha importancia a la secuencia de construcción, sobre todo teniendo en cuenta el brevísimo tiempo de instalación.
Se diseñó paramétricamente un sistema de paneles de bambú respetuoso con el medio ambiente, basado en la superficie ondulada del tejado.
El sistema de paneles de bambú está configurado de modo que la luz natural ilumine los espacios de exposición.
Hay otros proyectos en marcha», concluye Roberto Canobbio, «y en colaboración con investigadores y universidades internacionales seguimos investigando materiales y nuevas soluciones.
Como en el pasado, la innovación tecnológica está en el centro de nuestro negocio, porque sólo con soluciones cada vez más avanzadas y de mayor rendimiento podremos mantener nuestra identidad de innovadores y seguir siendo la referencia de este fascinante sector.